“…Traeré pues á la memoria los años de la diestra del Altísimo”.

 Salmo 77:10

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            Casi ya 30 años en los que Su diestra nos ayudó con este proyecto. Todo comenzó el 18 de marzo de 1991, en la ciudad de Tandil, cuando un grupo de adolescentes entre 14 y 16 años que concurríamos a la Iglesia Cristiana Evangélica que sustenta el Testimonio Philadelphia, sentimos la necesidad que existiera una publicación que nos uniera fraternalmente a los jóvenes y, sobre todo, nos instara a leer más Su Palabra.

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            Luego de conversar durante toda la tarde y habiendo consultado al pastor de la Iglesia, Alfredo De Nardo, nos organizamos para reunirnos y sacar el primer número. Contaba con una editorial; una lectura; noticias; ateneo juvenil; horario de reuniones; festejo de cumpleaños y una poesía. Solo seis páginas que se tipeaban una por una, con copia carbónica, en dos máquinas de escribir. Reunidos en un sencillo departamento, cinco jóvenes comenzábamos esta actividad que tantas bendiciones nos traería y cambiaría nuestras vidas en el servicio al Señor.

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            Si bien era una revista “casera” y de tirada local, pronto se hizo conocer en los grupos juveniles de las Iglesias vecinas. Las Flores; La Calera; Necochea; Quequén; Mar del Plata y Miramar nos enviaban cartas y escritos para compartir.

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            En el segundo año se incorporaron dos hermanos al Cuerpo de Redacción, entre ellos la hermana Norma Miquelarena de Algañaráz, quién, como adulto, nos fue guiando y nos recibió amorosamente en su hogar durante 13 años.

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            Fueron 102 ediciones que salieron mes a mes durante 13 años ininterrumpidos. A medida que íbamos creciendo en edad, fuimos aprendiendo y escuchando las exhortaciones de hermanos mayores que siempre nos apoyaron y oraron por nosotros. Pero en Octubre de 1996, el misionero Carlos Andenora nos hizo ver que debíamos recurrir única y exclusivamente a literatura proveniente de nuestro Testimonio Philadelphia, velando por “las pequeñas zorras” (Cantares 2:15) que, a través de escritos y pensamientos aparentemente fieles e inofensivos, podían echar a perder la Sana Doctrina.  Fue un cambio radical para nosotros y para la revista, ya que tuvimos que sentarnos a leer más y a escribir acerca de pensamientos y experiencias que el Señor nos diera individualmente y como grupo, dejando de lado los libros cristianos que consultábamos y transcribíamos, para pasar a producir, con gran temor e incapacidad, nuestro propio material.

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            Fuimos asistidos en esta nueva y trascendente etapa por hermanos capacitados por los dones del Señor que también se pusieron a escribir y nos fueron de gran edificación.

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            Aunque el grupo de Redacción fue variando por distintas razones, en el transcurso de los años el Señor “…Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación.” (2ª Cor. 1:3) nos confortó con la incorporación de preciosos hermanos que sumaron sus esfuerzos a esta tarea.

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            En junio de 2004 y hasta el año 2007 inclusive, se relanzó el Boletín con un nuevo aliento, ensanchando las estacas y compartiendo la responsabilidad del Cuerpo de Redacción con los hermanos de España, Uruguay y Rosario. Para ese entonces, ya desde el año 2002, había empezado a difundirse mundialmente por medio de internet y actualmente muchos lectores son extranjeros y reciben estas publicaciones vía mail o las consultan desde esta página web.

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            Pasaron los años y nos fuimos adaptando a los cambios que ellos fueron trayendo: desde la máquina de escribir; las cartas escritas a mano; los envíos por encomienda y las fotocopias, hasta el diseño digital y la comunicación on line.  Pero los propósitos que movieron al primer Boletín, siguen siendo los mismos en la actualidad: SALVACIÓN, EDIFICACIÓN y COMUNICACIÓN FRATERNA. También la defensa de la SANA DOCTRINA y la propagación del TESTIMONIO PHILADELPHIA por todo el mundo.

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            La gloria sea dada al Señor y toda nuestra gratitud a Él por estos años que nos permitió serle útiles hasta aquí.

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“NO á nosotros, oh Jehová, no á nosotros, Sino á tu nombre da gloria…” (Salmo 115:1)

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Hace 30 años que este texto preside nuestras publicaciones:

 

“Y he aquí Dios está con nosotros por cabeza…” (2 Crónicas 13.12) Sé tú nuestro Guía! Señor, Sé tú nuestro Director! Amén.     

 

CUERPO DE REDACCIÓN:

Editor Responsable: Pastor Juan Pablo De Nardo

Redacción y Edición General: David De Nardo, Celeste Gurtubay de De Nardo, Edith Marino,  Juan Pablo De Nardo, Gabriela Bandín de De Nardo.

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