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ATENEO: Las religiones (2° parte)


En el ateneo anterior publicado en nuestra página web a fin del año pasado (Las Religiones 1° parte) concluimos que una sola es la verdadera religión. Según dijimos y conforme a la Palabra de Dios, la verdadera religión es la que pone a Cristo como MEDIADOR (1ª Timoteo 2:5 y 6) y único CAMINO a Dios (S. Juan 14:6).

Porque “…en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)

No se trata de una iglesia determinada, ni un hombre iluminado. El único que nos religa con Dios es Cristo y todo aquel que proclame este mensaje está en la verdad.

Considerando que en su mayoría las iglesias Evangélicas dan este mensaje, nos preguntamos:


1° ¿Cuál es la Iglesia de Cristo? ¿Cuándo se fundó?


La verdadera historia de la Iglesia la sacamos de la Biblia.

Cristo, antes de ir a la cruz, dijo a sus discípulos: “…sobre esta piedra edificaré mi iglesia...” (Mateo 16:18) Luego el apóstol Pablo dijo en 1° Corintios 10: 4 “...Y la piedra era Cristo.”

Cristo después que resucitó, antes de ascender a los cielos, volvió a encontrarse con los discípulos y les dijo: “… Id por todo el mundo; predicad el Evangelio a toda criatura…” (Marcos 16:15 comparar con Mateo 28:20)

Y en Hechos 1:8 dijo Jesús: “Más recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos...hasta lo último de la tierra.”

Todo esto se cumplió y en Hechos cap.2 nos cuenta cómo el Espíritu Santo llenó a los ciento veinte congregados en el aposento alto y ellos fueron los que iniciaron la primera Iglesia de Cristo que se extendió rápidamente por el mundo, comenzando primero en Jerusalem.

Es decir que, como dice Efesios 2:20, la Iglesia está fundada sobre la piedra angular, la principal, que es Cristo y sobre el fundamento de los apóstoles y profetas.

Dice en Hechos 11: 19,20 y 26 “Y los que habían sido esparcidos... hablaron a los Griegos... y creyendo, gran número se convirtió al Señor.” “…Y los discípulos fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía.”


2°¿Y qué pasó después?


Durante más de 200 años la iglesia fue perseguida. Muchos cristianos murieron, entre ellos los mismos apóstoles: EL DIABLO ESTABA FURIOSO. ¡Había sido vencido en la cruz! Quería hacer acallar la voz de Dios pero no pudo.

Jesús había dicho respecto de Su Iglesia “…las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18)

Cansado de fracasar el Diablo buscó otro método: ¡ahora no más persecución! Ahora el Diablo quiere destruir a la Iglesia dándole poder y allí aparece el emperador Constantino que con una engañosa experiencia de conversión da origen a lo que hoy es la Iglesia Católica Apostólica Romana:

Iglesia Católica quiere decir Universal... Allí empieza paulatinamente a entrar la riqueza, el poder, el mundo, las tradiciones humanas, etc., etc.

Residuos fieles en distintas partes del mundo levantaron la voz en contra de esta nueva forma de fe pero todos fueron acallados, temiendo sufrir persecución y muerte por la misma Iglesia Católica Apostólica Romana que había alcanzado mucho poder.

HASTA QUE, en el siglo XVI se levantan hombres piadosos como Martín Lutero, Juan Calvino, Ulrico Zuinglio y otros, que fundaron grupos religiosos que quisieron ajustarse a la Biblia, aunque no fue perfecta esa acción.

Por eso el Señor les dice en Apocalipsis 3:2 “…No he hallado tus obras perfectas delante de Dios”.


3° ¿Cómo surgen las denominaciones Evangélicas? ¿Por qué hay tantas?


Por un lado hallamos a la poderosa Iglesia Católica con sus muchos errores… por otro lado, muchas denominaciones Evangélicas que siguiendo hombres piadosos, no se apercibieron que Dios quiere que “…Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo.” (Efesios 4:15)

Cristo es la cabeza y también el fundamento. El hombre es imperfecto si no se apoya en Cristo y Su Palabra. El gran error fue seguir a los hombres.

Así aparecen en el Siglo XIII los Valdenses; luego por el Siglo XVI los Menonitas; en el 1600 los Bautistas y en el 1700 los Metodistas con su fundador Juan Wesley.

Y ya más cercano a nosotros, los llamados Pentecostales, siglo XX, año 1900 en Estados Unidos. Eran Evangélicos que querían un avivamiento en la Iglesia y empezaron a practicar el don de lenguas y el erróneo concepto del bautismo del Espíritu Santo. Luego las sanidades y los milagros según ellos decían “como lo hacían los apóstoles”.

ACTUALMENTE apareció el Neopentecostalismo que predica “la doctrina de la prosperidad” diciendo que “el cristiano tiene derecho a tener abundancia de bienes profesando la fe y dando su diezmo” TODO LO CUAL VA EN CONTRA DE LO CLARAMENTE ESTABLECIDO POR EL MISMO SEÑOR JESÚS QUE DIJO: “No os hagáis tesoros en la tierra... más haceos tesoros en el cielo...” (Mateo 6:19 y20)

Juan 16:33 dice “…En el mundo tendréis aflicción: más confiad, yo he vencido al mundo”.


Dice el apóstol Pablo en 1° Timoteo 6: 6 a10

“…grande granjería es la piedad con contentamiento... Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo... que hunden a los hombres en perdición y muerte. Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males…”


CONCLUIMOS ENTONCES con las palabras del profeta Isaías capítulo 8 verso 20: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”

El mismo Señor Jesús nos advirtió: “…Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. He aquí os lo he dicho antes.” (Mateo 24: 4,5 y25)

Dijo el apóstol Juan inspirado del Espíritu Santo “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios…” (1 Juan 4:1)


Que el Señor nos ayude a discernir; que sepamos hacer diferencia entre la luz y las tinieblas; entre lo amargo y lo dulce y no consintamos con el pecado.


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