Quizás se ha hablado muchas veces de la importancia de la Escuela Bíblica en las Iglesias en la formación de obreros, para poder servir mejor al Señor; pero para aquellos que no conocen, también puede resultar interesante saber qué se hace como alumno.
La Escuela Bíblica tiene su sede principal en Buenos Aires y todas las iglesias del centro norte de la provincia de Buenos Aires y Gran Buenos Aires tienen actividades en conjunto.
La sede del interior nuclea a las iglesias de la zona sur de la Provincia de Buenos Aires: La Calera, Tandil, Quequén, Necochea, Miramar, Coronel Suárez y las congregaciones en San Antonio Oeste; Mar del Plata, Tres Arroyos, Lobería. En cada Iglesia se tienen actividades coordinadas según un cronograma común.
Se realizan clases una vez por mes, que son muy preciosas porque compartimos los Trabajos Prácticos Formativos: (que son clases que nuestro hermano el Misionero Armando Di Pardo -ya con el Señor- impartiera en su momento y que fueron transcriptas para nuestra bendición) y que como lo dice su nombre trabajan interiormente en nuestros corazones al leerlos y meditarlos para la formación de cada uno como obreros de Cristo. En este momento, esas clases se están realizando en forma remota, debido a la imposibilidad de reunirnos físicamente en el contexto de pandemia. En estos encuentros se comentan además, experiencias a veces de la obra Individual, es decir, visitas o encuentros con almas para hablarles de Cristo, otras veces experiencias personales, oramos por la Obra, y siempre nuestros maestros nos dejan un texto o pasaje que Dios les haya puesto en el corazón para meditar a todo el grupo, instando a la fidelidad y santidad para servirle.
Además están las tareas materiales que como alumnos debemos hacer en la casa de Dios, pues necesitamos también de un lugar físico para recibir a las almas, reunirnos los hermanos en Cristo, al abrir las puertas del templo cada día de reunión. Por ello debemos limpiarla, mantenerla y hermosearla porque es un lugar para usos divinos y es el alumno quien debe ser el primero en mostrar el amor a Dios y a su Obra, aún en las tareas aparentemente más sencillas.
Tenemos Retiros espirituales: tres por año, aproximadamente, con los hermanos de la zona sur. A estos retiros asisten también ex alumnos y son de mucha bendición como puntos de encuentro con otros hermanos y maestros.
Y por último, cada alumno lee y estudia en su casa los libros (escritos por hermanos fieles como lo fueron nuestros mayores ya en presencia del Señor: el Misionero Armando Di Pardo, Misionero Juan Pedro Marino, entre otros…) que contienen estudios de la Biblia que es nuestro único objeto de Estudio: Doctrina y Prácticas elementales para todo obrero de Cristo.
Es muy bueno ser alumno de la Escuela Bíblica pero también es de mucha responsabilidad pues es ante Cristo que tenemos que dar "examen" cada día y dejar que obre la Cruz en nuestra vida para poder ser útil en sus manos.
Que el Señor despierte en otros el deseo de estudiar este año, en esta Escuela para servirle mejor.
“Porque para esto sois llamados; pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas:”
1Pedro 2:21
(Extraído y adaptado de artículo escrito por Ana Edith De Nardo de Conforti - I.C.E. en Tandil)
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