“DIOS ES TODOPODEROSO”
- Iglesia Cristiana Evangelica Tandil
- 25 jul
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“Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.” Génesis 17:1
El Dios Omnipotente se presenta a los patriarcas de la antigüedad.
Con la ayuda del Señor, meditaremos sobre uno de los atributos de Dios: Su omnipotencia. Estaremos estudiando algunos versículos de la Palabra que nos hablan del poder de Dios. Omnipotencia significa: que todo lo puede. En la biblia hay muchos versículos que se refieren a Dios como Omnipotente y también se lo llama el Todopoderoso.
Así se le presentó Dios a Abraham en su ancianidad, como leímos en Génesis 17:1 “Yo soy el Dios Todopoderoso”. ¡Qué precioso que el Señor se nos presente así! un Dios Todopoderoso que se nos acerca y nos dice que estará a nuestro lado con su Todo poder. ¿Quién no quisiera tener esta hermosa experiencia?
Abraham no fue el único a quien se le presentó el Señor sino que también se le presentó a Jacob, a Isaac, a Moisés, como dice el texto de Éxodo 6: 2 y 3: “Habló todavía Dios a Moisés, y díjole: Yo soy Jehová; Y aparecí a Abraham, a Isaac, y a Jacob bajo el nombre de Dios Omnipotente…” Dios Omnipotente apareciendo en distintas circunstancias de la vida, en distintas edades de estos siervos del Señor, y que hoy también desea presentarse ante cada uno de nosotros para que tengamos un encuentro con Él y conozcamos aunque sea una parte de Su Todo Poder.
El Dios Omnipotente derramando sus bendiciones en cada generación.
Desde Abraham hasta las siguientes generaciones, Dios se les fue presentando a cada uno como el Omnipotente pero también es llamativo que cada padre, como Abraham, Isaac, Jacob, José, etc. fueron teniendo encuentros con el Todopoderoso pero también se ocuparon de transmitir a sus hijos esos encuentros, sabiendo siempre que en algún momento de sus vidas, cada uno tenía que tener un encuentro personal con Dios. Así debe pasar con nosotros, los padres cristianos, transmitiendo con nuestros labios y con nuestra vida, las experiencias con el Omnipotente.
Veamos dos versículos preciosos de Las Escrituras que hacen referencia a esto que venimos diciendo. Isaac le dijo a su hijo Jacob: “Y el Dios omnipotente te bendiga y te haga fructificar, y te multiplique…” Génesis 28:3 Mientras que por su parte Jacob, en su vejez le dijo a su hijo José al bendecirlo: “...los brazos de sus manos se corroboraron por las manos del Fuerte de Jacob,...del Dios de tu padre, el cual te ayudará, y del Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones del seno y de la matríz.” Génesis 49: 24 y 25. Les hablaban con seguridad a sus hijos porque habían vivido los efectos y las bendiciones del Todopoderoso en sus propias vidas.
Qué mejores deseos que los que leímos en estos versículos, para transmitir a nuestros hijos, a nuestros hermanos en Cristo, que el Dios omnipotente utilice Su poder para bendecirnos, que nos haga fructificar y multiplicar en obras para el Señor. Pero además, Su Poder, no sólo nos bendice espiritualmente sino en cuestiones materiales, dándonos fuerza física, salud, bendiciones económicas, y aun dándonos los hijos que Él desea. ¡Qué gran privilegio tener un Dios así para nuestra ayuda en todos los aspectos de la vida!!!
Condiciones para poder recibir la bendición del Omnipotente.
Sin embargo, el texto que hemos leído al comienzo trae consigo un requisito para obtener la bendición del Todopoderoso: “...anda delante de mí y sé perfecto.” En otras palabras, Dios nos recuerda que debemos llevar una vida recta y de perfección en Él para poder gozar de estos beneficios. Perfectos no somos porque tenemos pecado, pero tenemos al Perfecto en nuestro corazón y con Su poderosa ayuda podremos andar como a Él le agrada. La iniquidad y el pecado no tienen concordia con la omnipotencia del Señor. Leamos unos textos en Job que corroboran lo que estamos diciendo: “...Lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad.” “Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho.” Job 34:10 y 12. Si así de lejos de nuestro Dios está la impiedad, la perversión del derecho, la injusticia y el pecado, también deberá estarlo de nosotros y para ello debemos clamar a Él que nos libre con Su poder de caer en el pecado y de desobedecerle.
Otro versículo que relaciona al Omnipotente con la Santidad y con la limpieza de corazón lo encontramos en 2°Corintios 6: 17 y 18. “Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, Y seré a vosotros por Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” Nuevamente aquí vemos que el Señor nos asegura Salvación y el amparo seguro bajo la virtud del Todopoderoso, si confesamos nuestros pecados y nos dejamos limpiar por la sangre de Cristo, apartándonos de toda inmundicia.
El Dios Todopoderoso nos da el poder para vencer al pecado.
El mismo Señor nos enseñaba a pedirle su ayuda al respecto para no caer en la tentación: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén” Mateo 6:13. Debemos velar y orar para no entrar en tentación, porque como el Señor nos enseña en Su Palabra, nuestra carne está enferma y por eso siempre quiere hacer lo malo y rebelarse contra Dios. Nuestro “Yo” es nuestro peor enemigo, y sólo el Todopoderoso puede ayudarnos a vencerlo cada día, clamando a Él en oración como el salmista: “Oh Dios, sálvame por tu nombre, y con tu poder defiéndeme.” Salmo 54:1.
Los versos 24 y 25, de Judas nos recuerdan que tenemos un Dios Todopoderoso que nos puede guardar de caída y preservarnos para el día del encuentro glorioso con Él: “A aquel, pues que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría, Al Dios solo sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos. Amén”
En relación al Salmo 54:1 que leímos, se puede aplicar en situaciones difíciles que nos toque vivir de peligro o de enfrentamiento a enemigos de carne y hueso, personas que en definitiva, como dice Efesios 6:12, no tenemos lucha con ellas sino contra el mismo Satanás y las potestades y gobernadores de estas tinieblas.
El poder y la autoridad de Dios frente al poder de Satanás.
La palabra poder significa: capacidad o facultad para realizar una determinada acción o cosa. Fuerza, vigor, capacidad, posibilidad, poderío. Dominio, imperio, facultad y jurisdicción que uno tiene para mandar o ejecutar una cosa. En el diccionario VINE, nos explica que la palabra Todopoderoso significa en el original el que gobierna todo, el que sostiene y tiene toda la fuerza. Qué precioso significado, aplicado sólo a Nuestro Dios.
Para con Dios todo es posible, dijo el Señor en Mateo 19:26: “...Para con los hombres imposible es esto; más para con Dios todo es posible.”
El Diablo tiene más poder que nosotros los seres humanos, pero no es Todopoderoso, porque aunque él y sus demonios, son príncipes y gobernadores de estas tinieblas, actúan hasta donde Dios les permite. De todos modos, no podemos ir a enfrentar al enemigo sin la ayuda del Todopoderoso. Solos seremos derrotados. “Hijitos vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo.” 1a. Juan 4:4
El Diablo quiso ser más poderoso que Dios y por eso fue echado de Su presencia (Isaías 14:12-15), y desde entonces, trató y trata hoy también, de que el hombre escuche su voz para querer tener poder y rebelarse contra Dios: “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.” Génesis 3:4 y 5
Hombres y mujeres desearon siempre tener poder para hacer lo que quisieron y en la historia de la humanidad, los poderosos de los reinos y países, muchas veces hicieron abuso de ese poder y lo emplearon de manera incorrecta, para sus propios intereses, sometiendo al pueblo. El poder y la autoridad van de la mano, pero no se debe llegar al autoritarismo y despotismo, esto es lo que caracteriza a Satanás. Nuestro Dios Todopoderoso, en cambio, nunca emplearía Su poder para sojuzgarnos y hacernos sufrir. Su poder siempre será usado justamente pero también para bendición de todos aquellos hijos Suyos que andan en el temor de Jehová.
La soberanía del Dios Todopoderoso: Cuando soy flaco soy poderoso.
Dios además de Todopoderoso es Soberano, y Él hace siempre Su Voluntad que es buena, santa, agradable y perfecta. Nosotros, somos pecadores, y no somos quienes para cuestionarlo. Así lo había entendido Job en medio de la prueba cuando Dios mismo le habló: “A más de eso respondió Jehová a Job y dijo: ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda esto. Y respondió Job a Jehová, y dijo: He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.” Job 39:35 a 37.
A veces clamamos al Señor para que haga uso de Su Todopoder y sane a tal o cual persona o hermano en la fe, o que solucione tal o cual inconveniente, sin embargo no siempre Dios nos contesta lo que le pedimos, porque como le pasó al apóstol Pablo que le pedía que le sacara el problema que tenía en su vista, el Señor le dijo que no se lo sacaría porque en medio de la debilidad o flaqueza, él se mantendría humillado y por tal motivo sería engrandecido el poder de Dios en su vida y se perfeccionaría la potencia del Señor en el apóstol. Así debe suceder con nosotros. “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias, por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.” 2°Corintios 12:9 y 10.
“Erráis ignorando el poder de Dios”.
Hoy en día una de las frases que se escucha a diario y que está presente en los grupos de autoayuda y la leemos u oímos en movimientos sociales de distintas características, es el famoso: “Tú puedes, o Yo puedo, o Nosotros podemos!”. También se suele hablar del creciente “empoderamiento de las mujeres” en los últimos años, a nivel mundial. Sin embargo, en otro aspecto, tanto el hombre y la mujer quieren arreglárselas solos y vivir sin la ayuda de Dios, y solo algunos lo buscan cuando no dan más; aunque si las cosas se solucionan vuelven a olvidarse de Él. Ignoran a sabiendas el poder de Dios, como el mismo Señor se lo dijo a los Saduceos de su época: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios.” Mateo 22:29. Cuidado que nos puede pasar también a nosotros, siendo creyentes, que muchas veces queremos arreglarnos solos y nos creemos poderosos, ignorando al Omnipotente, y así son luego los resultados negativos... El Señor dejó bien en claro que somos débiles y que sin Él nada podemos hacer: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.” Juan 15:5.
El secreto está en estar en comunión con el Señor, estar en Él y Él en nosotros. Ir delante de él en perfección como le decía Dios a Abraham. Debemos dejar de empoderarnos a nosotros mismos y atribuirle el poder al Único que lo tiene y nos lo puede dar. Podemos como el apóstol decir “Todo lo puedo” ¡pero en Cristo!!, claro. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13. En palabras del salmista, estar en Él, sería similar a habitar bajo la sombra del Altísimo “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.” Salmo 91:1 ¡Qué privilegio que no debemos dejar pasar!
El Señor conoce que somos débiles y desea que conozcamos Su gran poder:
El Señor nos conoce, como le dijo a la iglesia en Filadelfia y nos dice: “Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante de tí, la cual ninguno puede cerrar; porque tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.” Apocalipsis 3:8 Ese poco de potencia que podemos llegar a tener no es por mérito propio, sino que viene de guardar Su Palabra, de no negar Su Nombre, de estar en Él.
-Por medio de las pruebas:
Por otro lado, vemos a Job diciendo que conoce a Dios que todo lo puede. “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.” Job 42:2 Qué precioso poder reconocer esto que expresó Job, luego de haber sido probado tan grandemente. Las tribulaciones y pruebas también nos ayudan a conocer del poder grandioso que tiene Dios y luego eso nos lleva a alabar Su Nombre en la congregación, entre las familias cristianas y con una conducta acorde a lo requerido por el Señor. “Porque todos los dioses de los pueblos son nada: Mas Jehová hizo los cielos. Poderío y hermosura delante de él; Fortaleza y alegría en su morada. Atribuid a Jehová, oh familias de los pueblos, atribuid a Jehová gloria y potencia.” 1°Crónicas 16: 26 a 28
-Por medio de la Creación:
Otra de las formas en las que nos damos cuenta o podemos ver el poder de nuestro Dios es por medio de la Naturaleza que él ha creado, al estudiar el funcionamiento de nuestro cuerpo humano, de los seres vivos, es maravilloso. No hay excusa para no creer en Su Poder: “Porque lo que de Dios se conoce, a ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas, de modo que son inexcusables.” Romanos 1:20
-Y por sobre todas las cosas, por medio de la Gran Obra Redentora de Cristo:
Dios demostró Su gran poder en la Cruz del Calvario, porque derrotó al Diablo cuando el Señor Jesús no se bajó de la Cruz, oyendo la voz de Satanás, sino que se quedó hasta el final para salvarnos del poder del enemigo. También Su poderío lo demostró cuando El Espíritu Santo le resucitó de los muertos al Señor y que un día mostrará también al resucitar a todos los que murieron en Cristo. Por eso los ángeles le alaban día y noche sin reposo junto a los redimidos, y nos invitan a unirnos en esa alabanza cada vez que nos convoca el Señor para el culto de adoración hasta el día en que todos juntos lo alabaremos en los cielos: “Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor ... y no tenían reposo día ni noche, diciendo Santo, santo, santo el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.” Apo. 4:8 “Y miré, y oí voz de muchos ángeles alrededor del trono... y la multitud era millones de millones. Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza. Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos están diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás.” Apoc. 5: 11 a 13
“El cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos, de Jesucristo Señor nuestro.” Romanos 1:4
Conclusión final:
El Omnipotente quiere ejercer Su potencia para salvación de todos los hombres y mujeres del mundo. Quiere que todos podamos hacer nuestras las palabras del apóstol Pablo, cuando dijo: “Porque no me avergüenzo del evangelio; porque es potencia de Dios para salud a todo aquel que cree...” Romanos 1:16
Pero también desea, que todos aquellos que un día nos reconocimos débiles y aceptamos al Todopoderoso Salvador en el corazón, podamos también habitar cada día bajo Sus alas y morar en Su Presencia, para experimentar Su poder en la vida diaria, en las luchas contra el pecado, contra nuestra carne, contra Satanás, en las necesidades cotidianas de salud física, de carencia material, de vulnerabilidad frente al peligro y la maldad en que nos toca vivir en este mundo y que Lo alabemos como consecuencia de ello, con nuestros labios y con nuestra conducta, como lo dijo la virgen María “Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Y santo es su nombre.” Lucas 1:49 Qué así sea. Amén.
La Redacción