1º Parte
Lectura base: 2ªCrónicas 14
Este capítulo nos habla de un rey llamado Asa. Fue uno de los cinco reyes que Dios utilizó para una transformación espiritual en el reino sur de Judá. Fue un rey especial. Haremos bien en meditar brevemente, sobre su vida a través de este escrito, pidiéndole ayuda al Espíritu Santo, quién fue el inspirador de las Santas Escrituras.
El versículo uno de este pasaje nos menciona: “…en cuyos días tuvo sosiego el país por diez años”. Y esta palabra sosiego es un término que se utiliza para expresar calma, placidez o paz. Cuando algo está sosegado, se encuentra sereno, tranquilo, inmóvil. Así estaba su reino. Continúa diciendo el verso 5 “…. porque Jehová le había dado reposo.” ¿Queremos tener una vida con sosiego y paz? El secreto está en lo que hizo este rey y su pueblo: “…porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios, hémosle buscado, y él nos ha dado reposo de todas partes.” (verso 7)
El pueblo pudo aprovechar el tiempo de tranquilidad, para edificar y prosperar… así cuando estemos en este tipo de períodos, utilicemos el tiempo para buscar al Señor y Su Palabra, vayamos a Su casa, mantengamos comunión con los hermanos, oremos y así creceremos, prosperaremos espiritualmente y nos mantendremos fuertes en El Señor.
El rey Asa, dice el versículo 8 que, aunque no estaban viviendo tiempos de guerra, igualmente organizó su ejército, y cuando se la declararon, ya estaba preparado. Aquí tenemos una preciosa figura para nosotros quienes debemos estar apercibidos espiritualmente para que, cuando venga el momento de tentación y lucha, el enemigo no nos encuentre desprevenidos sino por el contrario, preparados.
“Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: Jehová, no tienes tú más con el grande que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová tu eres nuestro Dios, no prevalezca contra ti el hombre.” (verso 11)
Cuando nos sobrevengan los problemas o grandes dificultades que puedan llevarnos a sentirnos “sin ninguna fuerza”, debemos clamar a Dios quien obrará poderosamente según Su santa voluntad. Asa y su pueblo, estaban cerca de Dios, por eso se cumplió en ellos estas palabras: “Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; Y conoce a los que en El confían.” Nahum 1:7
En los versos 12 y 13 observamos la manera en que Dios se manifestó a favor de Su pueblo en respuesta a este clamor, ocurrió un milagro: “¿Los Etiopes y los Libios, no eran un ejército numerosísimo, con carros y muy mucha gente de a caballo? Con todo porque te apoyaste en Jehová, el los entregó en tus manos. “(cap.16: 8)
Así obrará también Dios en nuestra vida, si le buscamos de la manera que lo hizo este rey.
Redacción del Boletín Juvenil
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