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Foto del escritorIglesia Cristiana Evangelica Tandil

¿En quién me apoyo? ¿Cuál es mi sostén? 2° Parte

Actualizado: 8 sept 2020


¿En quién me apoyo? ¿Cuál es mi sostén? 2º Parte

Lectura base: 2ªCrónicas 15


Continúa la historia y aparece un profeta llamado Obed, el cual le recuerda al rey Asa que, si tenían paz, era porque no se habían olvidado de la ley y buscaban a Jehová:

“Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo”. Salmo 119:165

“Esforzaos empero vosotros, y no desfallezcan vuestras manos; que salario hay para vuestra obra.” (verso 7)


Así es, cómo se alentó el corazón de Asa y siguió cumpliendo con lo que Dios le mandaba, que era sacar la idolatría y culto a los dioses paganos, nuestro corazón también debe alentarse y seguir haciendo lo que Dios nos habla e ir aumentando, avanzando, porque muchas veces nos quedamos en cierto tramo del camino:

“Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.” Proverbios 4: 18


Este rey nos es de ejemplo durante toda esta etapa, como lo dejó registrado Dios, en el versículo 2 del capítulo 14 “E hizo Asa lo bueno y recto en los ojos de Jehová su Dios.” Esta fue una definición que Dios dejó registrada de este rey particular. Muchas veces nos preocupamos por la opinión de los demás y en este tiempo que todo se comenta, se publica, ¿qué opinión tendrá Dios de mí? ¿Pienso en eso?

Dios también dejó asentado su error, para que aprendamos de él y no caigamos en lo mismo. En el capítulo 16 del Libro de Crónicas, el verso 7 nos dice:


“Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey Siria ha escapado de tus manos.”

Pasó el tiempo y Asa se olvidó de esa experiencia tan excepcional que había vivido. Esto nos hace pensar en cuántas veces nos apoyamos en nuestros saberes, nuestras experiencias o vivencias y fracasamos. Por eso El Señor nos recuerda en Proverbios 3:1 al 7


HIJO mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos: Porque largura de días, y años de vida Y paz te aumentarán. Misericordia y verdad no te desamparen; Átalas á tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón: Y hallarás gracia y buena opinión En los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu opinión: Teme á Jehová, y apártate del mal;”

Este fue el secreto del éxito del rey Asa: apoyarse en su Dios. Pero cuando dejó de hacerlo, cuando dejó de sentirse débil y buscó ayuda en el hombre, decayó.

“…Repósate, y considera las maravillas de Dios”. Job 37:14


Tuvo aviso por parte de Dios para arrepentirse (16: 7) pero por el contrario desechó la advertencia y no se humilló para reaccionar y volverse de su error…se enojó, endureciéndose.


Terminó mal los últimos años de su vida, porque enfermó de los pies para arriba y dice el verso 12:

“…y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos”

Llama la atención que enfermó de los pies, el punto de apoyo del cuerpo. Esto no fue una casualidad, sino más bien una clara figura de lo que Dios nos quiere enseñar y sin duda, lo que pasa en nuestro interior y vida espiritual, se refleja en el afuera para testimonio y gloria de Dios o para vergüenza.


Conclusión

El Señor nos trae esta historia, para que la consideremos y así apliquemos diariamente. Quiere que aprendamos a buscar a Dios de todo nuestro corazón, quitando todo lo que impida la plena comunión con Él, para alcanzar la paz, velando, sabiendo que el enemigo querrá quitarla. Recordemos que, por más situación dificultosa de solucionar a nuestros ojos, Él puede dar ayuda, si en Él nos apoyamos y confiamos siempre. Así veremos Su mano obrando maravillas y podrá nuestra vida ser un vivo testimonio de Su Presencia, en medio nuestro. Que así sea.

Te alabaré, oh Jehová entre los pueblos; A ti cantaré salmo entre las naciones. Porque grande más que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad. Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos; Y sobre toda la tierra tu gloria. Para que sean librados tus amados, Salva con tu diestra y respóndeme…Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre. En Dios haremos proezas; Y el hollará nuestros enemigos” Salmo 108:4,5,6,12 y 13

Redacción del Boletín Juvenil

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