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Foto del escritorIglesia Cristiana Evangelica Tandil

Navidad... Tiempo de cumplimiento



“Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿qué será el cumplimiento de estas cosas?

Y dijo: Anda, Daniel, que estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del cumplimiento. Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos” Daniel 12: 8 a 10


El Nacimiento de Jesús había sido profetizado con detalles y es maravilloso poder constatar cómo se cumplieron literalmente, aun los más pequeños aspectos. Otros acontecimientos también fueron predichos, como la muerte y resurrección de Jesús y se efectuaron luego según las promesas.


Ahora faltan otras promesas, las cuales se cumplirán a su tiempo. Esperamos el arrebatamiento de la Iglesia, lo cual se efectuará sin lugar a dudas, pues así lo creemos. Leyendo los versículos del libro de Daniel cuando Dios le describe en figura acontecimientos futuros, vemos que el mismo profeta dice al Señor que no entendía cuándo ni cómo sería el cumplimiento de estas cosas (verso 8). La respuesta divina no tardó en llegar y dijo, en otras palabras: Daniel confía, espera en estas promesas que cumplimiento tendrán cuando sea el tiempo de Dios, selladas están, son verdaderas y por lo tanto veraces, firmes y se ejecutarán cuando así el Padre en Su plena soberanía lo dictamine. Así como se cumplió cada detalle del nacimiento del Señor Jesús y también se cumplió la crucifixión, muerte y resurrección, también se concretará la bendita Esperanza: “Él vendrá a buscar a Su Iglesia”.


Hoy, cuando el mundo entero recuerda y celebra la Navidad, muy pocos son los “entendidos” en el verdadero y amplio significado que estas fechas tienen. También muy a pesar nuestro, es profético que muchos impíos se engañen en estas fiestas como en otras celebraciones, pero en especial estas, donde el concepto de “La Navidad” pasó a ser solamente momentos para comer, beber, estar con los seres queridos, pasarla bien, disfrutar, estar en paz y… nada más!!!


Otros tienen quizás un pensamiento más cercano a lo espiritual, pero no dimensionan el verdadero significado, quedan con buenos deseos de “Felices fiestas”, “pesebres vivientes”, etc. pero sólo eso. Entonces se cumple el texto: “y ninguno de los impíos entenderá.” (verso 10)


Nosotros sabemos que la Navidad es el momento de recordar que un día el Salvador del mundo, Cristo, el Hijo de Dios, se humilló a lo sumo, tomando forma de hombre, se anonadó, se hizo un bebé y nació en un pesebre. Hecho que nos colma de gratitud y de alabanza, aún más viendo en las Escrituras el cumplimiento de todas las cosas profetizadas cientos de años antes. “Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito á la ley”. (Gálatas 4:4) Nos podemos preguntar: ¿Con qué objetivo? “Para que redimiese á los que estaban debajo de la ley, á fin de que recibiésemos la adopción de hijos”. ¡Qué precioso y qué gran misericordia la cual nos alcanzó, pues estábamos perdidos, éramos de aquellos impíos, necios del mundo que Dios escogió en Su sola omnisciencia para ser aquellos limpios, emblanquecidos y purificados, siendo ahora entendidos de todos estos misterios espirituales que Dios nos quiso revelar y ser herederos de todas estas promesas.


Por todo ello, nosotros, en este mes navideño, no perdamos el tiempo con las vanidades de este mundo, sino celebremos el profundo significado de esta Navidad, pues fue el comienzo concreto que Dios eligió para el cumplimiento de Su promesa de redención hacia la humanidad perdida. Alabemos grandemente a nuestro Hacedor y roguemos por aquellos impíos que aún no han entendido esta profecía:


Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” Isaías 9:6.


La Redacción

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