Cuando Dios creó al hombre y a la mujer, en el principio “...Los bendijo... y díjoles Dios: “Fructificad y multiplicad,y henchid la tierra,y sojuzgadla, y señoread...” “... Y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”. (Génesis 1: 28 y 2:15). Cuando el hombre y lamujer pecaron, fueron ambos castigados, "Y al hombre dijo:... maldita será la tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo; en el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra..." (Génesis 3:17 a 19) Vemos que el castigo no fue que el hombre trabajara, ya que el trabajo existía desde antes, sino que iba a tener que esforzarse con dolor para conseguir el sustento.
A partir de ese momento, el trabajo pasó a ser un problema más en la vida de los hombres y, por causa del pecado también, muchos no quieren acatar las palabras de Dios, y optan por no trabajar. La Biblia es muy clara y dice: “...Si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados encuriosear.” (2ª Tes. 3: 10 y 11) El versículo siguiente aconseja: “Y a los tales requerimos y rogamos por nuestroSeñor Jesucristo, que, trabajando con reposo, coman supan”. Dios nos muestra que, si bien se debe llevar el castigo del pecado en el esfuerzo que demanda el trabajo, es necesario estar ocupados en algo útil, con lo cual nos ganemos el pan que comamos, y que además nos salve de estar ociosos y dedicados en curiosear.
Ahora viene la duda“¿Qué trabajo escoger?”. No todos los trabajos convienen, ni todos edifican, ni todos nos santifican. (1º Cor. 10: 23) Por ejemplo: si en el empleo que voy a escoger, o en el cual me desempeño, debo mentir, o facturar “en negro”, o no decir toda la verdad, o fomentar el vicio y el juego, etc., ¡Dios no puede aprobarlo!. No es de pensar demasiado... ese es un empleo que no me conviene, ni me edifica, ni me santifica. Debo dejarlo ya. Si bien podemos decir que en el mundo siempre habrá “empleos sucios” y el pecado y la corrupción irán en aumento; yo no debo ser cómplice del pecado, ni “ser aparcero con ellos”, consintiendo con el pecado y el pecador.
Muchas veces, al momento de escoger, se evalúa según el salario que se ha de obtener por el trabajo, pero se olvidan los consejos divinos al respecto:
“Seis días trabajarás ... mas el séptimo día será reposo para Jehová tuDios...” (Éxodo 20:9 a 11) ¿Tengo que trabajar los domingos? Debo saber, con total seguridad, que Dios no mandó ese trabajo para mí. No es de Su Voluntad.
“Y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado.” (1ª Tes. 4:11) Dios no quiere que vayamos “de un lado para el otro” como lo hace la sociedad de hoy en día; sino que nos aconseja que procuremos tener quietud. Es aconsejable reservar la mayor cantidad de tiempo posible para estar en reposo, ya que es en la tranquilidad de nuestra alma donde Dios nos puede hablar, y no en la vorágine del día; y así nos podremos ocupar de Sus Cosas.
“No trabajes por ser rico; pon coto a tu prudencia.” (Prov. 23:4) Es bueno preguntarse: ¿Para qué trabajo yo? ¿Cuál es mi objetivo: ganar el pan diario, o enriquecerme? “Por que los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden a los hombres en perdición y muerte. Por queel amor del dinero es la raíz de todos losmales: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (1ª Tim.6:9 y 10) ¿Esto es lo que quiero para mi vida espiritual?
"Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te dejaré ni te desampararé”. (Hebreos 13:5) Además agrega: “Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto.” (1ª Tim. 6:8)
La Biblia concluye este tema con dos promesas alentadoras para aquellos que desean obedecer: “El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones: más el que se apresura a enriquecer, no será sin culpa” (Proverbios 28:20)
El Señor nos promete que tendremos RIQUEZAS, HONRA Y VIDA, pero no es por medio del trabajo y el esfuerzo humano que las obtendremos:
“RIQUEZAS, Y HONRA, Y VIDA, SON LA REMUNERACIÓN
DE LA HUMILDAD Y DEL TEMOR DE JEHOVA.” (Proverbios 22:4)
La Redacción