Este es uno de los versículos lema del “Boletín Juvenil” que nos ha acompañado durante todos estos años y que es interesante saber quién lo dijo y en qué contexto. Por eso los invitamos a leer el libro de 2da. de Crónicas el capítulo 13, donde se encuentra esta frase, en el verso 12.
Vemos que, al comienzo del capítulo (verso 3), se habla de una guerra entre dos reyes: Jeroboam y Abías. Jeroboam reinaba en la ciudad de Jerusalén y el rey Abías, en Judá. Se había desplegado una batalla despareja, porque el reino de Jeroboam tenía el doble de soldados. Sin embargo, aunque eran muchos más y daban batalla por la delantera, también habían preparado una emboscada para venir contra sus enemigos por las espaldas. Ante esta desesperante situación, los de Judá clamaron a Dios e hicieron sonar trompeta, “alzaron grita” y Dios escuchó a Su pueblo, desbarató a Jeroboán y su ejército milagrosamente. (verso 14 y 15)
Podríamos preguntarnos, ¿Por qué Dios oyó a los de Judá y no a los de Jerusalén, si ellos también formaban parte del pueblo de Dios? Y la respuesta la encontramos en el verso 8, por ejemplo, donde nos dice que Jeroboam se fortificaba porque eran muchos, es decir, se apoyaban en sus fuerzas humanas y a su vez tenían ídolos, los becerros de oro. En el verso 9 sigue diciendo, que hicieron los cultos y siguieron los ritos que Dios mandaba, pero “a la manera de los pueblos” y no conforme a lo que Dios había establecido en Su ley. En cambio, los del reino de Judá, dijeron:
“Mas en cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no le hemos dejado: y los sacerdotes que ministran a Jehová son los hijos de Arón, y los Levitas en la obra;
“…nosotros guardamos la ordenanza de Jehová nuestro Dios; mas vosotros le habéis dejado.” (verso 10 y 11)
Esta es la diferencia que había en un mismo pueblo, unos amaban y seguían las ordenanzas de Dios y la otra parte había adaptado la religión a las costumbres y maneras de los pueblos y por eso fue“Dios por cabeza”, para con los de Judá y lo afirmaban.
Y una cabeza, es la que dirige al cuerpo, lo gobierna y le envía las órdenes a todo el resto de los miembros, para que actúe. Así el pueblo de Judá estaba sujeto a Dios y se dejaba dirigir por Él. ¿Por quién te diriges tú? ¿Puedes afirmar que Dios es por cabeza en tu vida, en tu hogar, en tu Iglesia y en la congregación a donde asistes?
“Entonces invocarás, y oírte ha Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí…” Isaías 58:9
Para que esto suceda, no debemos apartarnos de Su Palabra…
“Porque delante de mí tengo todas sus ordenanzas; Y atento a sus fueros, no me retiraré de
ellos.” 2da Samuel 22 :23
La decisión es personal….
Cada día el creyente, el que ha abierto su corazón un día a Cristo aceptándole como Salvador, tiene una lucha, una batalla que pelear, contra el pecado que le rodea, contra el pecado que emerge de su propio corazón, contra todo los que se opone a Dios y a Su Palabra. (Hebreos 12:1; 2Timoteo 4:7)
Por eso no debemos preocuparnos cuando tenemos luchas y dificultades en este camino derecho…si hemos decidido andar por él, El Señor irá con nosotros y Su promesa vendrá con Él.
“…Mi rostro irá contigo, y te haré descansar.” Éxodo 33: 14
También vendrá Su victoria, Su poder en medio del hijo de Dios que le ama y le sigue. (Apocalipsis 3:21)
Querido hermano, hermana, joven, adolescente…¿no querrás también, que Dios sea tu cabeza, Quién decida por ti? Si aceptas esta proposición, no te equivocarás en tu vida diaria, ni tampoco en la obra del Señor. Tendrás de Su gloria y fuerzas, porque te apoyaste en Dios y no en el hombre. (verso 18, 2da Crónicas 13)
“Danos socorro en la angustia:
Porque mentirosa es la salud del hombre.
En Dios haremos proezas;
Y el hollará nuestros enemigos.”
Salmo 108:12 y 13
LA REDACCIÓN